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Diferencia entre marca y nombre comercial

Para que las empresas puedan operar en el mercado y los consumidores puedan identificarlas a ellas y a sus productos o servicios, deben ser poseedores de una nomenclatura y unos signos distintivos. Esto nos lleva a ahondar en el tema de la diferencia entre marca y nombre comercial.

Cuál es la diferencia entre una marca y un nombre comercial

Marca y nombre comercial son conceptos que pueden llegar a confundirse. Sin embargo, cuando se está al frente de un negocio, es esencial saber qué es exactamente cada uno de estos conceptos y cómo debe hacerse el registro para proteger los signos elegidos.

¿Qué es la marca?

Una marca es un signo susceptible de representación gráfica que permite a los consumidores identificar en el mercado los productos o servicios de una empresa. Un ejemplo de marca es Nike. Cualquier persona media puede reconocer que unas zapatillas han sido fabricadas por esta empresa solo con ver su marca.

¿Qué es el nombre comercial?

El nombre comercial es también un signo susceptible de representación gráfica, pero su utilidad es identificar a la empresa dentro del tráfico mercantil. Es decir, que permite diferenciar un negocio de otro que desarrolle una actividad igual o similar.

Existe también confusión en torno a los términos de nombre social y nombre comercial. El segundo es la denominación por la que la empresa desea ser conocida por el público en general, mientras que el primero hace referencia a la denominación social, la que figura en los documentos de constitución de la entidad mercantil.

El nombre social y el comercial pueden coincidir, pero también pueden ser diferentes, porque es necesario que la nomenclatura con la que el público va a conocer a la empresa sea más atractiva.

¿Por qué es necesario registrar tu marca y nombre comercial?

En el mercado operan una gran cantidad de empresas, y cada una de ellas puede tener su nombre comercial y su marca. Al registrar estos signos, el titular del registro adquiere el derecho a usarlos en exclusiva. Es decir, que ninguna otra empresa podrá hacer uso de los mismos ni de otros tan similares que puedan llevar a confusión entre los consumidores.

A través del sistema de registro se busca crear un entorno competitivo sano. Así, cuando el consumidor ve una determinada marca, o un nombre comercial, solo puede asociarlo con una empresa en concreto.

El registro de marcas y nombres comerciales no es obligatorio en la legislación española, pero sí muy recomendable. De hecho, las corporaciones cada vez son más conscientes de lo importante que es proteger sus signos identificativos, tal y como demuestra el notable incremento de solicitudes de registro que se ha producido en los últimos años.

Diferencias entre el registro de un nombre comercial y una marca

La diferencia entre registrar una marca y un nombre comercial no es muy importante. De hecho, el proceso es básicamente el mismo, aunque hay que tener en cuenta algunas peculiaridades.

Con respecto al nombre comercial, el elegido debe ser eufónico (pronunciable y que suene bien) y fácilmente memorizable. Además, no se pueden registrar signos que no sean acordes a su definición, ni aquellos cuyo uso esté expresamente prohibido según la normativa aplicable.

Antes de solicitar el registro es conveniente realizar una investigación para asegurarse de que no existe otra empresa con un nombre o marca igual o similar, para no causar confusión en el consumidor.  Para ello es interesante revisar tanto las marcas y nombres comerciales registrados en España, como los de la Unión Europea.

Proceso de registro de marcas y nombres comerciales

El procedimiento puede hacerse online a través de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), accediendo a “Trámites para signos distintivos” y luego a “Solicitud de marcas, nombres comerciales y marcas internacionales”.

En primer lugar, hay que introducir los datos del solicitante o de su representante, y luego la información relativa al signo distintivo que se desea registrar. El siguiente paso consiste en elaborar un listado de los productos, servicios o actividades con respecto a los cuales se desea hacer el registro del signo, y se adjunta la documentación pertinente.

Se paga la tasa (hay una reducción del 15% de su importe si el proceso se hace online) y se descarga el justificante que acredita que se ha presentado la solicitud de registro.

A partir de ese momento, la OEPM revisará si todo está en orden para emitir su resolución, algo que puede tardar entre 7 y 15 meses. Mientras tanto, el interesado puede hacer uso de la marca o el nombre comercial y oponerlos frente a otros, acreditando que ya ha solicitado el registro.

Es importante conocer la diferencia entre marca y nombre comercial y la forma de llevar a cabo el registro. No obstante, nunca viene mal contar con la ayuda de especialistas en estos temas. Desde ConsultoriaBCN podemos ayudarte con todo este proceso de registro.


Nuestros abogados mercantiles o especialistas en mercantil y societario le ayudaran en todo lo necesario. Esperamos que este artículo os haya sido de interés. Contacta con nosotros si necesitas asesoramiento para tomar una decisión tan importante como esta, no dudaremos en ayudarte. 

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