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¿Sociedad limitada o autónomo?

Cuando pensamos en crear una empresa nos vienen a la cabeza todos los trámites y gestiones necesarios para su constitución. Una de las dudas más frecuentes relacionadas con la nueva empresa es qué forma jurídica será mejor: sociedad limitada o autónomo. Como es una pregunta muy frecuente y es una decisión muy importante, vamos a tratar el tema en este artículo.

 

¿Es mejor ser autónomo o Sociedad Limitada?

Para llegar a una conclusión sobre la mejor decisión para nuestro nuevo negocio, si es mejor ser autónomo o crear una empresa, debemos analizar diferentes aspectos de cada forma jurídica.

 

Responsabilidad económica

La diferencia entre una persona física y las sociedades, por ejemplo entre autónomo o sociedad limitada unipersonal, radica en la responsabilidad económica de cada una de ellas.

En el caso del autónomo la responsabilidad es ilimitada, es decir, el trabajador por cuenta propia respondería ante cualquier deuda con todo su patrimonio y bienes personales.

Por el contrario, en las sociedades la responsabilidad es limitada, lo que quiere decir que en caso de deudas se responde únicamente con el patrimonio de la empresa.

 

Fiscalidad

¿Es mejor la fiscalidad del autónomo o de la SL? Si comparamos, encontraremos notables diferencias entre los dos.

En primer lugar, el autónomo tributa a través del IRPF, siendo el porcentaje a pagar progresivo al beneficio que obtengamos.

En el caso de las sociedades, el impuesto que se le aplica es el Impuesto sobre sociedades, el cual consiste en la aplicación de un tipo fijo del 25 % que puede verse reducido mediante deducciones.

El IVA deberá tributarse de forma similar en ambos casos.

 

Obligaciones contables

Las obligaciones contables de un autónomo y de una sociedad también difieren.

Para el autónomo las obligaciones contables se reducen a un registro de facturas emitidas y recibidas y otro de las posibles inversiones.

En cambio, una sociedad deberá llevar una contabilidad conforme al Plan General de Contabilidad.

 

Costes y dificultad del alta

En cuanto a la creación de la empresa, los pasos y trámites son diferentes en cada caso.

Para el autónomo, son dos gestiones totalmente gratuitas:

  1. Alta en la Agencia Tributaria e Impuesto de Actividades Económicas (IAE) mediante el modelo 037.
  2. Alta en la Seguridad Social en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).

La creación de una sociedad es algo más compleja y costosa:

  1. Certificación negativa del nombre.
  2. Apertura de cuenta corriente con ingreso mínimo de 3005 €
  3. Creación de estatutos.
  4. Escritura pública ante notario.
  5. Abono del Impuesto de Transmisiones (ITPAJD).
  6. Alta en el registro mercantil.
  7. Solicitud de CIF a la Agencia Tributaria.
  8. Alta en el IAE.
  9. Alta en la Seguridad Social.
Imagen de marca

Aunque la imagen de marca parezca algo estrictamente relacionado con la publicidad o el marketing, no lo es.

Es diferente la imagen que percibimos en el caso de autónomo o de una sociedad. El primero suele transmitir cercanía y trato personalizado y, en cambio, la sociedad es más impersonal, pero genera gran confianza.

Por tanto, la respuesta a la pregunta es mejor ser autónomo o sociedad limitada va a depender de muchos aspectos. En términos generales, es más fácil y barato emprender siendo autónomo que siendo sociedad y siempre es posible pasar de autónomo a sociedad más tarde.

 

Cuál es el momento perfecto para pasar de autónomo a S. L.

Antes de analizar cuál es el momento perfecto para pasar de autónomo a S. L., vamos a enumerar los motivos por los que es positivo hacer este cambio:

  1. Fiscalidad. Como hemos visto, las sociedades pagan el 25 % de Impuesto de Sociedades y para los autónomos el IRPF este porcentaje puede ser mucho más alto.
  2. Responsabilidad. La sociedad limitada únicamente responderá con los bienes de la misma, mientras que el autónomo responderá con todos sus bienes.
  3. Imagen de marca.
  4. Socios. En el caso de añadir nuevos socios al proyecto, habrá que pasar de ser autónomo a sociedad limitada.

En relación con los aspectos que acabamos de mencionar, aunque el momento perfecto para pasar de autónomo a sociedad depende de cada situación, cabe destacar este cambio en estos casos:

  1. Ingresos anuales superiores a 40 000 euros, ya que la diferencia en el porcentaje de impuestos será notable.
  2. Necesidad de protección del patrimonio personal.
  3. Facilitar el crédito bancario.
  4. Nuevas relaciones comerciales con grandes corporaciones.
  5. Inclusión de nuevos socios al proyecto.

Por tanto, valorando los motivos para el cambio de forma jurídica, sería recomendable hacerlo cuando nos encontremos en alguna de las situaciones mencionadas.

 

Aunque es difícil dar una respuesta a si es mejor ser sociedad limitada o autónomo, existen determinados aspectos, como la responsabilidad o la fiscalidad de cada una de estas formas jurídicas, que inclinarán la balanza entre una u otra. De igual forma, el momento del cambio de autónomo a sociedad, si se da el caso, va a depender de la situación, pero es recomendable cuando los ingresos anuales crezcan considerablemente o se quieran incluir nuevos socios.

 

Esperamos que este artículo os haya sido de interés. Si necesitáis asesoramiento no dudéis en contactar con nosotros.

 

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