Estos conceptos están muy presentes en los conceptos de cualquier factura que emita cualquier empresa. Es muy importante saber su concepto y cuáles son las diferencias, dado que, en cada uno, los impuestos o valores se aplican de manera distinta.
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Honorarios:
Es aquel importe o retribución que corresponde a un profesional por un trabajo realizado. Esa cantidad se cobra a través de una factura. La factura emitida, salvo en casos excepcionales, irá sujeta al Impuesto del Valor Añadido que emitirá al cliente.
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Gasto:
Es aquel importe o retribución que corresponde a un profesional necesario para realizar un trabajo a un cliente. Ese importe repercute directamente al profesional. Por lo cual, esa cantidad, si se incluye, será dentro de su base imponible. La factura, salvo en casos excepcionales, irá sujeta al Impuesto del Valor Añadido que emitirá al cliente.
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Suplidos:
Es aquel importe o retribución que se realiza a nombre del cliente, por cuenta del cliente, que se puede justificar su pago y que además el encargo de ese trabajo es solicitado expresamente por el cliente. El importe pagado se imputará como un añadido a la factura, no a su base imponible y no irá sujeto al Impuesto del Valor Añadido, sino que su importe se sumará al total de la factura emitida.
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Provisión de fondos:
Es aquel importe o retribución que se solicita por adelantado por parte del profesional. Esa cantidad solicitada podría tener tratamiento de honorario, gasto o suplido dependiendo que uso le haga el proveedor.
Todos estos conceptos se pueden encontrar en cualquier factura que emita un profesional o empresa por los servicios prestados. Hay que tener en cuenta, que el único concepto que no se sabrá a que se destina hasta el final de la prestación es la provisión de fondos, ya que es un adelanto, el profesional lo puede utilizar para pagar lo que crea conveniente y que luego especificará en la factura final.
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