Las empresas cuentan con la posibilidad de dividirse o fusionarse con otras para conseguir diferentes objetivos, dadas ciertas circunstancias que facilitan (u obligan) a tomar la decisión. Para ello, existen dos posibilidades fundamentales que debemos conocer a la perfección, fusión y escisión, las cuales guardan algunas similitudes, pero difieren en sus procesos y objetivos.
Qué es la escisión de empresas
Atendiendo a qué es la escisión, se refiere a aquel proceso mediante el cual una empresa se divide en dos o más negocios diferentes, existiendo dos posibilidades para hacerlo:
- Integrar parte de la sociedad en otra ya existente, aumentando su capitalización bursátil.
- Fundar una nueva compañía distinta a la original.
En los casos de escisión, las empresas que surjan del proceso se denominarán escindidas. En estos procesos, los activos, pasivos y capital social de la empresa original se dividen en dos o más partes, y se transmiten hacia las nuevas sociedades. Todos los socios de empresa original lo serán también de las escindidas, recibiendo acciones de las mismas, y es habitual ver cómo la denominación de los negocios cambia una vez se realiza la escisión
Tipos de escisión
- Segregación. Este tipo de escisión ocurre cuando una empresa es poseedora de alguna participación mayoritaria de otra compañía, y la transmite a una diferente en el proceso de escisión. Se puede transmitir parte o la totalidad del patrimonio en estos casos.
- Escisión parcial. Se da cuando la empresa divide una o varias partes de su patrimonio actual, sin llegar a la totalidad. La escisión parcial no implica la desaparición de la sociedad original, que recibirá valores de las sociedades escindidas.
- Escisión total. La empresa original se desprende de todo su patrimonio, desaparece por completo y sus antiguos socios reciben participaciones de las sociedades escindidas, que podrán ser dos o más.
Qué es la fusión de empresas y sus tipos
La fusión de una empresa es un proceso mediante el cual dos o más compañías se integran en una sola, extinguiéndose las demás y aglomerando todos los patrimonios, además de los socios. Estos últimos recibirán las acciones, cuotas o participaciones en proporción a lo que poseían en sus respectivas empresas, teniendo libertad de mantenerlas o venderlas si lo consideran oportuno. Existen varios tipos de fusión que varían en función de las condiciones de la operación.
Tipos de fusión
Si pensamos en la fusión de empresa y sus tipos, podemos agruparlos en dos categorías; según los cambios que experimenten las sociedades:
- Absorción. En estos casos, una sociedad absorbe una o más empresas ya existentes, adquiriendo todo el patrimonio de las mismas e incrementando el capital social. Las sociedades absorbidas se extinguirán, quedando únicamente aquella que las absorbe.
- Fundación de una nueva sociedad. También existe la posibilidad de que, en vez de realizar la absorción, se extingan todas las sociedades actualmente operativas y se funde una completamente nueva, que adquirirá los derechos y obligaciones de las extinguidas.
O según del aumento de valor que presenten las sociedades:
- Horizontal. Se realizan entre empresas que pertenecen al mismo sector o área de trabajo, y que generalmente realizan actividades muy similares en la misma zona. Su objetivo es incrementar notablemente la cuota de mercado de ambos negocios.
- Vertical. Con ellas se busca integrar, en una misma empresa, a distintos negocios que realizan tareas diferentes dentro del mismo proceso productivo. Generalmente, se hace para establecer una integración entre proveedor, distribuidor y comercio.
- Conglomerado. Son casos menos habituales, en los cuales varias empresas con actividades diferentes (que suelen compartir algunas funciones, generalmente administrativas), se unen para reducir costes.
Cuándo aplicar la fusión y la escisión
Con lo visto anteriormente, podemos identificar dos procesos que pueden guardar ciertas similitudes, sobre todo en las fusiones de absorción y en las escisiones totales, pero la realidad es que guardan algunas diferencias, sobre todo a la hora de determinar los objetivos que se tiene con uno y otro. La fusión se aplica en casos donde las empresas quieren conseguir algo de lo siguiente:
- Incrementar la competitividad de la empresa, ya sea a través de la integración de nuevos procesos o gracias a la obtención de una mayor cuota de mercado.
- Reducir los costes gracias a la incorporación de otro negocio que lo permita.
- Modificar la estrategia y/o estructura empresarial, o bien reestructurar el negocio y sus puestos de trabajo.
- Expandir la actividad de la empresa hacia otros territorios, ya sea a nivel nacional o internacional.
La escisión se lleva a cabo cuando se quieren conseguir los siguientes objetivos:
- Los socios no llegan a acuerdos sobre las decisiones importantes que se deben tomar.
- Los directivos plantean políticas distintas para cada rama de actividad.
- La empresa tiene una estructura excesivamente compleja.
- Existen algunos activos que no se utilizan para desarrollar la actividad de la empresa, pero sí están afectos a un riesgo al ser propiedad de la misma.
Viendo las diferencias entre fusión y escisión, podemos identificar perfectamente cuándo es interesante llevar a cabo cada una de ellas a lo largo de la vida de una empresa.
Esperamos que este artículo os haya sido de interés. Contacta con nosotros si necesitas asesoramiento para tomar una decisión tan importante como esta, no dudaremos en ayudarte.
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